Bueno perdonad primero el no haber contado antes, nada sobre este viaje a Ucrania, pero entre los preparativos del viaje y tener un problema con el blog, no soy ninguna experta en esto, y claro, no podía abrirlo.
Empezaré diciendo que el viaje en sí, muy cansado, llegamos a Madrid, después de salir de madrugada de Tenerife, y luego ir a la terminal 4, que perdonen los de Madrid, pero es un laberinto para el desespero de cualquier viajero, que tenga que ir a embarque y más sin dormir como nosotros, pero llegamos a la puerta y rumbo a Borispol, en el embarque conocimos a Joaquin y Juani, tenemos la misma facilitadora, y ya en el Aeropuerto de Kiev, nervios para rellenar dichoso papel azul, con la información del dinero, ojo a un señor alto, pelirojo y con tarjeta aeroportuaria, que se atreve a informarte en español muy amable, para luego pedirte propina, no hace falta, pues el papel se puede rellenar facil y con calma.

Luego fuimos recibidos por nuestra querida Mila, que nos llevó a ambos a los apartamentos, nosotros nos quedamos en el apartamento de una amiga Natalia, (una encantadora Kievita) queda a una parada de metro del centro, todo muy bien, turismo por el centro, y luego a comer a un buffet de muy buena calidad y a buen precio, en donde está el Arco,(cerca de Zara), entrando a la derecha, y bajando escaleras, no recuerdo el nombre pero esta muy bien y muy barato.

Y por fin................ tuvimos la cita, nosotros a las 11 horas, luego Joaquin y Juani y mas tarde Miguel y Yoli, y no habían muchas fichas que digamos, a nosotros nos presentaron cinco, y de entre ellas, decidimos visitar a un niño de tres años, en Cramastorsk, el orfanato de Antonescka (o algo así), Joaquin y Juani no les dieron fichas buenas y decidieron esperar a una segunda cita, a Migue y Yoli que venían a su segunda cita, decidieron visitar a una niña en el mismo orfanato que nosotros, Antoneska, y aqui estamos desde ayer, después de una noche de viaje, otra vez sin domir, para estar aqui y visitar a estos pequeñajos.

Nuestro angel se llama Alessander y apareció como una luz ante nosotros, es muy timido, pero se nos acercó, con la cuidadora claro, y con tanto miedo como teniamos nosotros, pero vamos a darnos tiempo para conocernos, aunque ya desde ese primer momento está en nuestro corazón.

Ahora me voy a dormir porque no puedo más, seguiré contadoles cosas mañana, besos a todos.........